En 60 años, la CIA y los gusanos mayameros con violencia no pudieron con mi Comandante Fidel Castro
La unión cívico militar: el camino a la victoria sobre el golpe continuado
Los
venezolanos revolucionarios debemos utilizar todas las formas de
luchas para defender nuestra revolución bolivariana ejemplo de
batalla latinoamericana y mundial
Hugo Chávez, Comandante Eterno, Patria, Socialismo o Muerte...Venceremos |
Caracas.-
Noticias Bolívar. El pueblo chavista propinó hace 15 años una
derrota a las élites venezolanas que habían tomado el poder
político en el país por vías inconstitucionales. El 13 de abril de
2002, los patriotas defendieron la decisión soberana tomada el 30 de
julio de 2000, cuando Hugo Chávez fue electo de nuevo presidente
tras la aprobación de la Constitución de 1999, y restablecieron el
orden constitucional y democrático.
Dos días antes, la derecha —alentada por
agentes externos— gestó un golpe de Estado que derivó en la
instauración de una dictadura que tan sólo duraría 48 horas. La
unión cívico-militar con conciencia patriótica fue la clave para
derrotar a la contrarrevolución.
Aquel plan golpista comenzó los primeros días de
2002 con saboteos y una feroz campaña mediática, donde el
desequilibrio informativo, las falsedades y la distorsión de las
informaciones marcaron las pautas en la prensa privada.
La maniobra pautada para abril tuvo como antesala
la convocatoria a dos paros patronales: uno, por 24 horas, para el 2
de diciembre de 2001, en protesta por la aprobación de 49 leyes vía
Habilitante meses antes; y el otro, para el 9 de abril de 2002.
Ambas paralizaciones fueron promovidas por los
directivos de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y
Producción de Venezuela (Fedecámaras) y de la Confederación de
Trabajadores de Venezuela (CTV).
Con esa antesala, se convocó para el 11 de abril
a una marcha cuyo destino, en primera instancia, eran los alrededores
de la antigua sede de Petróleos de Venezuela en Chuao. Una vez allí,
los cabecillas del golpe contra el gobierno de Chávez llamaron a
desviarse hacia el Palacio de Miraflores, en el centro de Caracas.
Tenían ya preparada una emboscada en contra de sus seguidores.
Funcionarios de la extinta Policía Metropolitana
y francotiradores, ubicados de manera estratégica en algunos de los
edificios de la avenida Baralt, esperarían esa marcha, contra la
cual abrieron fuego, y cuyas víctimas serían utilizadas para
justificar el golpe.
De esa conjura resultaron asesinadas 19 personas,
mientras que más de 100 fueron heridas. La derecha y sus aliados
externos no se resignaban a perder el poder.
El plan golpista siguió su marcha con la
persecusión de dirigentes del chavismo y miembros del tren de
gobierno. A las 5:30 de la tarde del 12 de abril, el dirigente de la
patronal Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga, se autojuramenta como
"presidente de transición".
En cuestión de minutos destituyeron a los
diputados principales y suplentes de la Asamblea Nacional, así como
al presidente y demás magistrados del Tribunal Supremo de Justicia,
el Fiscal, el Contralor y el Defensor del Pueblo, y los miembros del
Consejo Nacional Electoral.
Horas después, el pueblo salió a las calles,
mientras integrantes de la Fuerza Armada se rebelaban ante los
golpistas. Exigían ver a Hugo Chávez. La censura de las grandes
corporaciones mediáticas se imponía; sin embargo, los medios
comunitarios y algunos internacionales se convirtieron en los
principales aliados para denunciar el secuestro del líder
socialista.
Una multitud se dirigió al Palacio Presidencial
de Miraflores, donde la Guardia de Honor vitoreaba aquella acción.
Ante la exigencia de ver a Chávez y sin un verdadero respaldo
militar, los golpistas se apresuraban por salir del lugar el 13 de
abril, cuando Carmona juramentaría a su cuerpo de ministros.
Ya retomado Miraflores y con el pueblo en las
calles informado de que Chávez no había renunciado, como lo hizo
constar en una carta escrita y firmada por él, se juramentó al
entonces vicepresidente de la República, Diosdado Cabello, como
mandatario provisional ante la falta temporal. El acto se realizó a
las 10:00 de la noche del 13 de abril.
Se da la primera orden de rescate de Chávez. Tres
comandos, en helicóptero, salen a buscarlo a La Orchila, a donde lo
habían llevado los promotores del golpe.
A las 2:50 de la madrugada de aquel domingo 14 de
abril llega a la plataforma de aterrizaje de Miraflores un
helicóptero. La celebración del pueblo civil apostado en los
alrededores de Miraflores y del pueblo uniformado llenó el lugar.
¡Volvió, volvió, volvió, volvió!, gritaban con algarabía.
Chávez, con su puño en alto y con su singular
sonrisa, baja de la aeronave y entra al Palacio. Lágrimas de alegría
le daban la bienvenida. Se construyó así una nueva página de la
historia venezolana.
Con la derrota propinada a los golpistas, emergió
la conciencia democrática de la unión cívico-militar que hoy ha
derrotado al golpe continuado que impulsa la extrema derecha en
contra del presidente Nicolás Maduro.
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