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Barak Obama, traidor de los afrodescendientes y títere de los estadounidenses blancos |
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La oposición y ultraderecha venezolana, títeres del Imperio de los Estados Unidos, sionistas, fascistas |
Marea Socialista sobre la Orden Ejecutiva de Obama
“¡Vete al Carajo, yanqui de Mierda!”
Caracas.- NT.CBSTINFO. Con la soberbia cínica de un Pro
Cónsul Imperial el Sr. Obama, anunció al mundo que Venezuela “representa una
amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política
exterior de Estados Unidos y por lo tanto declaro la emergencia nacional”.
La violencia inédita de la declaración busca, en su
desarrollo, como siempre, confundir y auto justificarse al señalar a supuestos
corruptos y violadores de derechos humanos. En un mundo que cotidianamente ve
actuar a las Fuerzas Armadas gringas como un verdadero ejército de ocupación
planetario, asesinando sin distinción a niños, mujeres y ancianos en los más
distantes lugares del globo, esta amenaza brutal no debe pasarse por alto.
La reacción del gobierno del presidente Maduro es un paso
para poner en pie al pueblo bolivariano y empezar a prepararlo para enfrentar
esta nueva coyuntura. Pero debe profundizarse. Nuestro pueblo, agobiado por las
dificultades de la crisis económica, necesita también ver salidas a la crisis, así
cerrará filas y construirá la unidad revolucionaria que necesitamos.
Estamos al inicio de una coyuntura que representa una
prueba de fuego para el Proceso Bolivariano. A 6 meses de las cruciales
elecciones a Asamblea Nacional, es de esperar una escalada de tensiones y de
mayor injerencia como parte del apoyo de Estados Unidos a la derecha local. Por
eso, las convulsiones propias de este tipo de agresiones necesitan, para ser
respondidas con éxito y contundencia, de una participación popular activa,
decidida y convencida, una participación no solo unitaria sino consciente, construida
en el debate y con una política integral que responda al conjunto de
necesidades del pueblo que vive de su trabajo.
Por su parte La oposición de derecha busca ocultar la
gravedad de las amenazas. No es que se han quedado callados. Los dirigentes de
la oposición hacen grandes esfuerzos para quitarle responsabilidades a Obama.
El argumento central lo expresó con mayor claridad Capriles, él dijo más o
menos: Estados Unidos no amenaza a todos los venezolanos, es contra unos súper
enchufados corruptos y violadores de derechos humanos. Mientras que Roberto
Enríquez el dirigente de Copei, el mismo que en estos días fue a Estados Unidos
a jalarle al FMI, para pedir apoyo financiero, actuando como un presidente de
facto, intentó rebajar el impacto negativo que la declaración injerencista
causó en las propias filas de base de la oposición, señalando que era una
“exageración de Obama”.
Este argumento defensivo, para tratar de calmar la
angustia de su clientela por la brutalidad de la declaración gringa, tiene el
objetivo de utilizar la injerencia de Estados Unidos como una palanca más,
quizás la principal, de la campaña electoral de un sector de la oposición.
Recuerda a las maniobras políticas entre Violeta Chamorro y Ronald Regan que
concluyeron en la derrota electoral del Sandinismo en los ’80 del siglo pasado.
El hecho es que, según se desprende de las declaraciones
de Ernesto Samper, ex presidente de Colombia y secretario general de UNASUR, el
compromiso del gobierno del presidente Maduro con ese organismo parecería ser
el de que las elecciones a Asamblea Nacional se realizarán en septiembre de
este año.
Sea como sea: Si la injerencia de Obama forma parte de
una presión en pinzas para ser usada en la campaña electoral o para alentar al
sector golpista de la oposición o como una combinación de las tácticas que
maneja la oposición indistintamente, la política justa para enfrentarla es,
desde nuestro punto de vista, integral y sobre todo apoyada en la movilización
política activa y con participación democrática de nuestro pueblo.
Las medidas diplomáticas son necesarias pero
insuficientes. Para ser efectivas se deben sostener en un pueblo moralizado,
que vea, también, una salida para la actual crisis económica que sufre
cotidianamente. Y que, en un verdadero Golpe de Timón, sea llamado a participar
de manera protagónica en la reorientación del conjunto del Proceso
Revolucionario hacia el rumbo que propuso Chávez en su último Consejo de
Ministros en octubre de 2012.
Para que el llamado a los gobiernos de América latina y a
UNASUR a que rechacen la actitud injerencista, sea efectivo, debe ser extensivo
a los pueblos. A los movimientos sociales, a los sindicatos, a las
organizaciones populares de nuestro continente.
Se trata de impulsar una poderosa movilización de solidaridad de alcance
continental que le de base real a un rechazo contundente a las pretensiones
colonialistas de Obama.
Por otra parte, al tiempo que se desarrolla la situación,
el presidente Maduro adelantó que pedirá a la Asamblea Nacional actual, una
nueva Ley Habilitante con el objetivo de asegurar la Paz de Venezuela.
Por todas estas razones, desde Marea Socialista
proponemos:
1.- Rechazo contundente a la agresiva injerencia de
Estados Unidos. Activar el debate y la movilización del pueblo venezolano.
Llamado a la comunidad internacional, en especial a los movimientos sociales a
que desplieguen campañas de solidaridad con el Proceso Bolivariano.
2.- Que la Habilitante trate dos puntos.
2. a.- Ley de emergencia económica. La crisis económica que
soporta el pueblo que vive de su trabajo es la base de la creencia de la
oposición de derecha que ha llegado su turno. Lo mismo que de las amenazas
gringas y de sus aliados. Por eso el punto principal debe ser una ley de
emergencia económica que contemple: Moratoria de deuda soberana y de Pdvsa
hasta que cese la injerencia. Auditoria pública ciudadana de los dólares
entregados durante el proceso bolivariano para importaciones, cuyos principales
beneficiarios en volúmenes han sido las transnacionales. Cárcel a los corruptos
que facilitaron el desfalco a la nación y recuperación de los dólares fugados.
Ni un dólar más a la burguesía. Monopolio estatal del Comercio Exterior con
control social y ciudadano para garantizar la alimentación, la salud y los productos
esenciales que necesita nuestro pueblo. Nacionalización de la Banca para
desarrollar el nuevo modelo productivo y enfrentar la agresión externa.
Eliminación de las ventajas con las que cuentan las transnacionales. Como por
ejemplo, el tratado de Doble Tributación. La eliminación de las zonas
económicas especiales y de las asociaciones en las empresas mixtas del sector
petrolero, de las corporaciones gringas. La prohibición mientras dure la
injerencia de repatriación de recursos…
2. b.- Ley de emergencia política. El peor error que
cometería la dirección política del gobierno y el partido seria caer en una
tentación autoritaria. Se debe multiplicar y cualificar la participación
política del pueblo, que debe ser consultado de manera permanente. Debe quedar
claro que no se limitarán los derechos y las garantías constitucionales. El
derecho a la participación y organización política y social deben ser
claramente ratificado. El cumplimiento efectivo de los derechos democráticos de
elección o revocatorio de los dirigentes no puede ser cuestionado. Si la
satisfacción de las necesidades económicas básicas de nuestro pueblo es un
pilar del Proceso Bolivariano, la satisfacción y el respeto a los derechos
políticos y sociales es el segundo pilar fundamental del sistema político de la
Revolución.
3) Referendo aprobatorio de las medidas propuestas en La
Habilitante. La legitimidad de la aprobación en habilitante de la emergencia
económica y política debe estar blindada de cuestionamientos. Por eso nuestra
propuesta es que antes de ser aprobada por una Asamblea Nacional que está en el
año de su finalización, la propuesta de la Habilitante sea aprobada por el
pueblo venezolano en un Referendo Aprobatorio que despejará todo tipo de margen
político para el sabotaje de la derecha o las dudas de la población. Y
movilizará políticamente a nuestro pueblo. El Referendo aprobatorio hace parte
además, de la necesidad de participación democrática de las bases del
Proceso.
Por otra parte, la unidad de movilización que necesita
nuestro pueblo debe contemplar la diversidad de corrientes de pensamiento y
acción que hacemos vida en el movimiento chavista. La batalla electoral para la
Asamblea Nacional, la más importante de las elecciones de los 17 años de
Proceso no puede marginar a ninguno de los actores del chavismo. Todos debemos
sentirnos incluidos. Es hora de dejar de lado el curso burocrático y
verticalista y dar paso a la verdadera participación democrática y protagónica
de nuestro pueblo y su vanguardia.
Juntos, todos, le haremos sentir a Obama que nuestro
Chávez, el antiimperialista, el del legado revolucionario y anticapitalista
vive en su pueblo. Y haremos recorrer de nuevo, hasta los confines de la
tierra, su grito indignado de combate: “Vete al Carajo, yanqui de mierda”
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